miércoles, 9 de marzo de 2011

Una flor aventurera

Un suspiro de aventura
crece en mí
como una flor chiquita
que acaba de nacer apabullada
pero feliz
por un sol que la observa
y un viento que la mece,
vaya si será un desconcierto su futuro,
un tanto solitario en sus viajes
pero rodeado de amor.
Mi aventura así como la flor
irá dejando pétalos por el camino
como una huella irrefutable
de su paso por esta vida humilde,
juzgará su tallo
y ventilará sus pistilos
como una forma
de hacerse a sí misma
algo mejor.
Un suspiro de aventura
crece en mi
como una flor chiquita
que empieza a madurar
y empieza a conocer sus verdades,
empieza a darse cuenta lo bella que es
y cuánto le falta por crecer,
así mi aventura,
ese brote pequeño
que comienza a nacer
plantada en mi alma,
me verá viajar por las rutas
que me lleven a darme cuenta
de quien soy.