viernes, 30 de julio de 2010

Adagio del Eden hecho mujer

De que paisaje tomaste tu vida
para convertirte en mi paraíso,
bella como siempre, como la luna,
como la propicia tierra que piso,
tus ojos que como estrella
marcan el camino hacia mi muerte
como no pude ser de otra manera
pues dominas mi corazón rupestre.
Divina la forma en que atormentas
todas las maldiciones que me llueven,
así como quien se come la carne
de las criaturas cuando mueren,
parece como si brindaras huracanes
para barrer con las cruelese fieras
para que yo pueda vivir una vida
sin terror y sin miserias.
Parece como si dios fuese poeta
y te haya escrito a vos entera,
desde tus pies chiquitos
hasta tu dulce mirada certera,
quizás algún día tú no seas
el Eden en el cual me siento vivo,
pero ten en cuenta algo
tú siempre estarás conmigo.

martes, 27 de julio de 2010

Adulto

Tenía 13 años de infancia
y 52 de esfuerzo triste,
con pequeñas fragancias
que vuelan sin piedad
a su ropero y lo visten,
más no tenía pasaporte
que lo llevara al norte
donde se hallaba su verdad.

Mascaba semilla de tabaco
con sensación a muerte,
más dominaba de taco
la vida intranquila
sin descanso ni suerte,
no duerme quien sufre
por miedo a que la cumbre
se derrumbe sobre lo que maquina.

Sonaba como joven
al verse frente al espejo,
aunque las piernas le roben
sus ganas de no ceder
frente sus pelos de conoejo,
y ahora como hojas marchito
se acuerda de cuando chiquito
era más libre que ayer.

lunes, 26 de julio de 2010

Yo fui alguna vez

Yo fui alguna vez quién tiró la primera piedra
y quien escondió primero la mano,
yo fui alguna vez quien llenó de termitas la madera
conque se habia cubierto un hermano,
yo fui alguna vez un rufián de poca monta
que se olvidaba a sí mismo
por tenerle miedo a la derrota.

Yo fui alguna vez un magestuoso rey
con un palacio repleto de virtudes,
yo fui alguna vez quien siempre quise ser
volando en un cielo repleto de querubes,
yo fui alguna vez un ejemplo de persona
sin temor de sonar soverbio
pues no peca quien perdona.

No importa el lado
en que la luz del sol me besa,
yo tengo una sola cabeza
que se equivoca y se enamora,
que pide perdón con la honra
de definir mi corazón.

Yo fui alguna vez un ángel sin alas
pues vivía en el seno del infierno,
yo alguna vez un diablo de pico y pala
que procuraba reformar el cielo,
yo fui alguna vez un altruista
con complejos de pequeño
pero con alma de alpinista.

Yo fui alguna vez un ratón de laboratorio
controlado por las manos de un señor,
yo fui alguna vez quien cantaba a coro
tonadas libres dignas de un ruiseñor,
yo fui alguna vez la imagen de un epitafio
que alumbraba toda una vida
sin dar pronósticos o presagios.

No importa el lado
en que la luz del sol me besa,
yo tengo una sola cabeza
que se equivoca y se enamora,
que pide perdón con la honra
de definir mi corazón.

Yo fui alguna vez un niño alegre
que sabía soñar tan solo con la brisa,
yo fui alguna vez una persona deleble
que rogaba por saltar de una cornisa,
yo fui alguna vez un pequeño absurdo
que parecía de otro planeta
con un amor tan crudo.

Pero hoy yo soy un hombre valiente
sensible a cuanto mi alrededor pasa,
un hombre que siempre arremete
contra el sicario que lastime mi casa,
hoy soy un poeta que plasma sus versos
como el amor le planta a la muerte
en su corazón uno de sus besos.

sábado, 24 de julio de 2010

A veces a la hora de dormir

A veces a la hora de dormir
suelo acostumbrarme a la luz
que emite de duelo la luna,
mis ojos se atreven audaces
a convertirse en una cruz
de muy poca fortuna,
así puedo sentir el aire fresco
que me deja al descubierto
frente a mi locura,
así puede imaginarte
mojada y oscura.

Mis manos van taneando la noche y tú
te vistes como el cielo de azul,
tus manos van tanteando mi corazón y yo
sueño que cuento con tu amor.

A veces a la hora de dormir
la sede se convierte en tortura
y mi sueño en el castigo,
siento que Morfeo me quiere ver
confundido y sin cura
sin ella y muy mal contigo,
quizás quiera hacerme su aprendiz
convirtiendome en un infeliz
para poder ser dios,
pero eres digna de mi insomnio
mientras no te diga adiós.

Mis manos van taneando la noche y tú
te vistes como el cielo de azul,
tus manos van tanteando mi corazón y yo
sueño que cuento con tu amor.

lunes, 19 de julio de 2010

Carmela

Dime Carmela
en donde has forjado el corazón
para aguantar semejante baluarte,
que no te violenta ni al desnudarte
pero balbucea sin prejucios
adulaciones a ojos que no son de vos,
al parecer
se me ocurre fácilmente la idea
de que sabes que muere si le dices adiós,
de que al borde de tu almohada ni dios
se atreve a ignorarte
pues puedes ser todo menos mujer fea.

Mira que a veces soy de llorar
cuando se me da por mirar
tus ojos serenos que lo suelen amar.
Mira que a veces soy de no creer
pues río contento al saber
que nunca te dejará porque lo sabes querer.

Dime Carmela
como siente tu corazón herido
la pérdida de aquel que alguna vez te ganó,
dime como sabes tus labios sin la mano
en su dulce corazón
que hoy se encuentra dormido.

Mira que a veces lo suelo pensar
y se que tu siempre lo sueles soñar,
ese es el precio del difunto que se suele extrañar.

jueves, 15 de julio de 2010

Adagio a una mujer

Es que la noche es profunda
como el sueño solemne en el que caigo
al encontrarte resgardada
entre mis brazos que como enredadera
se prenden a ti,
y las estrellas son suaves
como el tallo de tu cintura
que desborda fragiles pétalos
que llegan a mi.
Esa leve sonrisa que se apura
a florecer antes de la primavera
me contagia sin motivos
su breve calor
viniendo con sus tempestades
de besos y auroras
que alumbran mi porvenir,
como un poema sin dueño
o una canción sin instrumento
te hago mia para poder vivir.
Solo los dioses cautivan la magia
realizando hechizos
para que alguien lo venere,
pues entonces debo nombrarte diosa
pues yo he decidido ser fiel a ti.

Reclamo de paz

Al parecer ya no quedan fuerzas
pues se ha muerto toda voluntad de paz,
parece que la muerte ha volado al raz
de esta tierra bañanda en desdicha,
y es así que nuesta suerte ya esta dicha
y la desgracia va tapando de a poco el sol
si todavía vuela por los aires algo de amor
espero que no se demore ni se pierda.

Ya mi herore está enfermo y está viejo
yo no sé hasta cuando podrá aguantar,
a veces pensandolo me da por llorar
pues sin él para el fin falta menos,
es que el imperió arrebató ya los senos
que al pueblo alimentaba sin pedir
más que el amor que necesita para vivir
una madre la cual ama a sus hijos.

Si mi voz no le teme al viento
muchas voces serán imposibles de borrar
no habrá tormenta que sea capaz de llevar
el reclamo de nuestro amor al carajo,
somos gendarmes armados de badajo
que gritamos en silencio libertad
eso que solo se consigue con verdad
y con el cariño que a la vida yo le tengo.

martes, 13 de julio de 2010

A veces los altruistas

A veces los altruistas cometen el pecado
de ser modestamente soverbios
queriendo salvar primaveras polares,
valiendose de la maravillosa altura
que les ha regalado el sol
y la breve ilusión que les ha dejado el amor,
así van bailando valentías y temor
con coros responsables y niños sonrientes
libres del hambre y la soledad.
A veces llueve frente a la casa trizte
donde habita la audaz manera de no morir
y caen pobres las estrellas que alguna vez
radiaron su infancia alegre para acompañar al desauciado,
a veces las nubes y el frío se vuelven cómplices
para provocar al calor que se desprende de las manos
que acarician un corazón.
A veces mi alma se vuelve pobre huérfana de hambre y de vida
mientras ve morir sus prados fértiles y jóvenes,
mientras canta ese enano maldito
que se vuelve gigante cuando me siento en soledad,
y veo llover triztemente en mi reflejo
con mi rostro empañado por días crueles,
maldita la mañana en que me levante desesperanzado,
menos mal que existen los poetas y los altruistas
que me impulsan a seguir sintiendome vivo.

jueves, 8 de julio de 2010

Es bueno ver la soledad

Si bien la soledad puede ser
una solemne tortura
a nuestra libertad como individuos,
a veces se torna fragil y agradable
y nos acompaña en el silencio.
A veces el exceso de absurdos
y la continuidad de las torpezas del amor
alimentan las ansias de estar por un momento solo,
solo de toda soledad,
solo solo,
correr por una aislada pista
llena de reflexiones y soles,
pues a veces uno solo necesita respirar.
Es por esto que la soledad
es a veces una de las mayores compañías
que uno se puede regalar,
siempre y cuando uno esté solo
y no se sienta solo.

lunes, 5 de julio de 2010

Las costumbres y los acostumbrados

Las costumbres son
el corazón latente de las sociedades,
el mágico lazo que los hace a todos uno;
los acostumbrados en cambio son
el devenir muerto de la vida,
la maldita costumbre de sentirse un erudito.
Las costumbres son
la razón impune de no cambiar,
la fortaleza de las murallas ancestrales:
los acostumbrados en cambio son
la pésima agonía de lo estable,
el holgazan que se sirve de descanzar.
Las costumbres son
la ilusión de sentirse parte con la vida,
el festejo solemne de lo propio;
los acostumbrados en cambio son
la mezquindad de escaparse de lo solidario,
la brutal decepción del amor.
Es así que acostumbrarse a la vida
es darle la espalda al mar de gentes
que trancitan un mismo camino,
en cambio, dar riendas sueltas a las costumbres,
es resaltar entre las rosas que conforman el rosedal.

sábado, 3 de julio de 2010

Engaño

Los ojos del engaño
son filosos como dos puñales,
viajan hasta el fondo del alma
para destrozar las ilusiones de la infacia,
así también sonrien creulmente
con los aguaceros tristes
que se desprenden del lagrimal,
como dos huracanes enardecidos
derriban todo cimiento
que construyeron con sus manos,
rompiendo las barreras del amor.

jueves, 1 de julio de 2010

La familia la propiedad privada y el adulterio

Oye muchacha esclava
presa de las libertades aristocráticas,
¿cuánto vale un cielo repleto de riquesas?
quizás
¿toda una vida de infierno?
¿todo un amor sin dueño?
¿toda la miseria de la soledad?,
¿cuánto valen las riquesas dignas del cielo?
quizás
¿mcuhas manchas desbordando por tu piel?
¿muchas batallas dadas a perder?
¿muchas lágrimas guardadas por tu fé?.
Oye muchacha burguesa
cautiva de la moral y la transigencia,
cuéntame como lidias con tus ojos
a la hora de mirarte al espejo,
cuéntame como vives sin culpa
las dulces garras del adulterio,
cuéntame como vas a la cama
junto a tu marido
sin siquiera querer reír.
Será que la vida te ha llevado
a no querer darme la razón,
será que tus padres
te han encadenado el corazón,
o será que en los domingos de misa
la virgen que te mira
te crucifica como lo hicieron con Jesús.
Oye muchacha pecadora
que te escondes en mis brazos
para que nadie te juzgue,
que me mira de reojo sabiendo que mis labios
son el látigo maldito de la bendición,
a donde irá a parar tu familia y tus bienes
y también el Estado en asuntos que es de dos,
oye muchacha triste
qué lástima que no te quieras escapar.