A veces a la hora de dormir
suelo acostumbrarme a la luz
que emite de duelo la luna,
mis ojos se atreven audaces
a convertirse en una cruz
de muy poca fortuna,
así puedo sentir el aire fresco
que me deja al descubierto
frente a mi locura,
así puede imaginarte
mojada y oscura.
Mis manos van taneando la noche y tú
te vistes como el cielo de azul,
tus manos van tanteando mi corazón y yo
sueño que cuento con tu amor.
A veces a la hora de dormir
la sede se convierte en tortura
y mi sueño en el castigo,
siento que Morfeo me quiere ver
confundido y sin cura
sin ella y muy mal contigo,
quizás quiera hacerme su aprendiz
convirtiendome en un infeliz
para poder ser dios,
pero eres digna de mi insomnio
mientras no te diga adiós.
Mis manos van taneando la noche y tú
te vistes como el cielo de azul,
tus manos van tanteando mi corazón y yo
sueño que cuento con tu amor.
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