lunes, 27 de diciembre de 2010

Borrador

Miro tus ojos descabellados
que brillan como el reflejo
de la luna en el agua,
eres tierna como la vida
y mortal como su final,
tu vientre es mi pan
como tus labios son mi vino,
bendita seas mujer
que me regalas tu sudor
bajo la tenue sombra de la oscuridad.

viernes, 24 de diciembre de 2010

Declárate rebelde

Que la angustia no adorne tus vicios
y contemple silenciosa tu deterioro
pues caen tus labios palpitando muerte
bajo un cielo estrellado,
búscate ganarte el premio
más dificil de conseguir en la vida,
un par de sonrisas viajeras
y un amor con el cual abandonarse a la locura.
Vive con el doble de oxígeno
para que tu garganta pueda tronar
en una lluvia de risas,
abandona la idea absoluta
de torturarte con vergüenzas,
todo lo que vuela entre tus pelos
sácalo a flote para que reluzca
y vive soñando que despiertas
en un sueño tan bello y alegre
como tu sonrisa.
Declárate rebelde por ser alegre
en días como los de hoy.

martes, 21 de diciembre de 2010

El escritor y la soledad

Él va en busca de la soledad
apabullado por tanta compañía,
quiere un espacio para pensarse,
donde reglexionar
todas sus agonías y alegrías,
quiere divertirse consigo mismo,
ser el rey de un mundo dominado por él,
busca ser quien tenga la palabra
bajo un cielo que brilla
adornado por el sol.
Él va en busca de la soledad
y no duda donde buscarla,
sabe en que lugar se siente cómodo
como un pez en el aire
o un pájaro en el mar,
los segundos pasan como queriendo apurar
sus ansias de ser siempre joven,
de mantener su historia viva
como testigo de sí mismo,
pero la manecilla del reloj no lo logra
y él esta sereno
porque sabe su pasado
y más sabe quien es,
un escritor a duras penas,
pero escritor al fin,
y va a buscar a la soledad
en uno de sus versos.

viernes, 10 de diciembre de 2010

Es frío

Es frío el río que nos separa,
hay una ausencia entre medio
que no se cubre ni con rezar,
parece que los segundos no pasan
y las estrellas rebeldes
no te dicen mis besos ni me quieren besar,
todo cuanto se haya
en esta noche
no es más que un simple teatro,
una agonía disfrazada de canción,
un dolor mascado por mis entrañas.
Te pienso como suelo pensarte en estas noches,
lejana como mi niñez,
cercana como la muerte,
enamorada como la vida,
me cueste reflejarme en mi espejo,
tu ausencia me hace débil
y tu nostalgia me vuelve pobre,
siento como si mi corazón
tomara vuelo alejándose
de mis tristes ojos,
solo queda el silencio,
solo queda esperar que vuelvas
como vuelve la primavera,
como regresa el sol cada mañana.
Mis manos sufren sus castigos
posadas en el rincón de tu alma,
mis pies delirantes gritan
reclamando tus paseos
y mi cuerpo siente
tus besos asoleados de ayer,
vaya si me cuesta el no verte.
Hoy será una de las noches mas frías,
fría la luna como el río que nos separa,
ruego porque te abandones a tus sueños
y vuelvas
como vuelve la primavera
despúes del frío.

jueves, 9 de diciembre de 2010

Escribiendo

Me siento como un difunto,
como un niño perdido
en medio de las multitudes,
me siento como desaparado
y abandonado a todo olvido,
me aborda una angustia
digna de la soledad,
me siento como si no fuera yo,
como si la noche fuese más
que mis verdades,
como si la luna fuese más
que mi amor.
Pasa que mis manos se encuentran inquietas
llenas de miedo,
le temen a la torpeza de mis emociones
y a la complejidad de mis días,
huyen de mis vagas inquietudes...
... y mis ojos, huérfanos de locura
lloran tristes las noches que pasan
y las cosas que no se escriben,
pues pasan los días
y no logro retratarme.
Hoy al fin parece que me encuentro,
hoy al fin es un poema nuevo,
hoy al fin logro derribar la angustia
que me urge al no escribir.

miércoles, 1 de diciembre de 2010

El caballo de la Revolución

Pobre caballo,
se encuentra tendido
en la tristeza,
se ve a sí mismo como un fracaso,
decearía no haber nacido,
ni los traidores y aduladores
se sienten así
cuando se ven frente al espejo,
es que quien es responsable
de la muerte de alguien querido
no tiene descanso en su conciencia.
Pobre caballo,
se encuentra flaco y nostálgico,
se encuentra viejo y obsoleto
como una pieza atrofiada de un coche,
es que el tiempo ha pasado
como las nuves de primavera
que frotan el cielo y lo desnudan
dejando su piel azul al descubierto,
el tiempo ha pasado y ni el agua
ni la comida
han hecho olvidar al caballo de su culpa,
de ese enorme atropello
que lo condenó de por vida,
y así piensa:
"Sí solo ubiese sido más maduro,
si la sorpresa no ubiese aparecido en mi cuerpo,
si me ubiese dado cuenta de lo que pasaría,
hoy estaría en paz como esa estrella que posa
en el firmamento llena de paz, vida y muerte".
Pobre caballo,
yo lo veo desde mi lugar de omnisapiente
(no como un dios sino como un poeta)
y lo compadezco,
no fue su culpa que su tripulante estuviese tan vivo
y que haya sido como yo un poeta.