De que paisaje tomaste tu vida
para convertirte en mi paraíso,
bella como siempre, como la luna,
como la propicia tierra que piso,
tus ojos que como estrella
marcan el camino hacia mi muerte
como no pude ser de otra manera
pues dominas mi corazón rupestre.
Divina la forma en que atormentas
todas las maldiciones que me llueven,
así como quien se come la carne
de las criaturas cuando mueren,
parece como si brindaras huracanes
para barrer con las cruelese fieras
para que yo pueda vivir una vida
sin terror y sin miserias.
Parece como si dios fuese poeta
y te haya escrito a vos entera,
desde tus pies chiquitos
hasta tu dulce mirada certera,
quizás algún día tú no seas
el Eden en el cual me siento vivo,
pero ten en cuenta algo
tú siempre estarás conmigo.
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