lunes, 2 de agosto de 2010

El tercer mundo

Quiero densudar las voces
que me reclaman sin consuelo
que sin miras me alce en vuelo
con mis pequeñas alas rotas,
que rearme bien mis votas
para trepar hasta la cornisa
donde podré encontrar la risa.

Mi voz se desdibuja cual dilubio
mientras el tiempo es un tedio,
la desigualdad no tiene remedio
y parece que no tuviera cura,
si yo pudiera pedirle a la luna
un simple y humilde deseo,
"que la desgracia se tome un recreo".

De forma utópica y serena
trato de manejar mi vida,
aunque a veces las movidas
son estúpidas desesperaciones,
pero revivo con apariciones
de amigos incondicionales
que me traen abrazos emocionales.

Lo pequeño suele hacer juego
con la grandeza del amable,
el error puede ser condenable
siempre y cuando sea absurdo,
no es pecado ser un poco rudo
más bien ser imperfecto es humano
no hay quien tenga de dios la mano.

De todos los mundos me tocó este
el tercero contando desde sol,
la ironía es de lo peor
pues nací en el tercer mundo
con un pueblo poco iracundo
pero que no le falta rebeldía,
ya nos llegará la luz del día.

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