He cambiado mi peinado
más de cien veces,
aunque igual crece
en todos los años,
he cambiado mi rebaño
porque me cansan
las criaturas que pasan
sin tomar vino ni coraje.
He dejado pasar la muerte
por despistado,
es que al enamorado
no hay mal que lo atraiga,
es la idea que se arraiga
a lo más sencillo,
que no falte el panecillo
para el desayuno.
Sobreviví a los bosques oscuros
como quien sobrevive a la codicia,
sobreviví a los duros fusiles
sin hacer de su batallón requisa.
Hoy a lo mas duro
le he pasado revista
para no perder de vista
mi orgulloso pasado,
he visto a mi lado
la soledad sin sonrisa,
pues yo sin prisa
la he dejado sola.
Hoy mi vida reluce
cual corazón curado,
hoy es el apurado
quien me quizo hecho trizas,
hoy he lavado mi camisa
con mi sangre pura,
repleta de la ternura
que desprende la noche.
Soy joven y por eso levanto
mi bandera pura y sin nombre,
no importan las consecuencias
ni cuanto la vida me cobre.
Mi madre sueña
para mi un buen futuro,
donde no sean los muros
frutos de la pobreza,
donde sea una certeza
ser un ilustrado
y no un enagenado
preso de mi ignorancia.
Mi madre sueña
un destello de primaveras
donde sean verdaderas
las flores de mi prado,
como pez yo nado
en mi propio río,
y es ahi donde el frío
no tiene jurisdicción.
Seré por siempre un enamorado
libre como un hombre muerto,
seré siempre un agricultor
orgulloso de mi vida y mi hurto.
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