Aspero el aspecto titubeante
de tus manos,
las canas tiñen
toda tu vida de encanto,
los ojos llenos
de ceguera,
y la vida entera
en su lecho.
Fuiste tan jóven y sano
despertaste en este jóven
mucha fuerza en su mano
a través de tus historias
y rebuelos,
supiste alcanzar vuelo,
y ahora tendido
sin un suspiro,
con un poco de fé
otro de suicidio,
no es la manera que quiseras,
no es lo que refleja
tu vida entera.
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