martes, 5 de octubre de 2010

Tú y yo

Mi vida
te digo a vos como a mi,
cuando sea de madrugada por la casa
me gustaría ver que es lo que pasa
con esta noche que no tiene fin,
respeto
todos tus besos y los míos
como si fueran mi tosoro maternal,
lo nuestro no es tan solo algo carnal
es más bien un respeto entre los fríos.
Como digo
eres hermosa en tu desconcierto
pues mís sábanas te marean como a mí,
cuando llegue la hora de partir
veras que todos los amores ya habran muerto,
pues ahora
en este amor tan insignificante
y donde solo reina nuestra soledad
verás que ya a esta corta edad
yo siempre seré tu mejor amante.
Me despido
como le hecho muchas veces
cuando el miedo me empieza a engañar
pero si la noche se acostumbra a extrañar
volveré aunque los años ya me pesen,
hasta siempre
mi muchacha desconocida
no te olvides lo que alguna vez nos pasó
cuando la vida de repente nos casó
y en horas vivimos toda nuestra vida.

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