jueves, 13 de mayo de 2010

Poema de Otoño

Yo soy como un bosque de aguaceros amarillos y sólidos
de árboles con grandes raíces y cortezas duras,
que deja su canto en el susurro del viento
y no sangra agua bendita, mucho menos alma,
sino que es savia roja y espesa que brota por mis heridas
sencillas que no tienen de que quejarse.
Soy como un bosque de tierra fría y húmeda,
una mezcla entre el sol y la soledad
con tiempos donde el sol brilla en su edad
como el amor brilla
y florece de a poco, con los primeros calores de invierno,
con las primeras lunas del alba.
Soy como un bosque grande y sin espejismos,
más bien soy de un espejo enorme llamado firmamento
o una paz inmensa llamada calma
perturbada por los fugaces ziclones y tormentas y tornados,
donde la lluvia acaricia las hojas de mi piel
y desnuda mi corazón de a poco.
Yo soy como un bosque otoñal
o como un poema de Otoño
pues ambos no tienen miedo de desnudarse
ante los fríos ojos de la oscuridad.

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