A veces reflexiono
y me pongo un poco a tono,
no son las pastillas
y tampoco la toz,
no creo que sea el alcohol
ni tanpoco la mañana,
creo que es como por la ventana
pierdo de a poco el amor.
Hay una sobredosis
de romanticismo
con efectos secundarios,
escondido en el armario
y hasta a veces
corrido por un adiós,
no sé si le hize algo a Dios
más que no creer en el,
pero tengo una larga cadena
que no me deja alcanzar
ni siquiera los restos
de un destrozado corazón.
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