Te conocí y descubrí
un mundo, el tuyo
y el mío, juntos
con un mismo origen.
Hablamos de nuestras vidas,
me contaste que no eras de ningún lado
y que a la vez
eras de todo lugar.
Niña del mundo te llame,
porque todo este te pertenecía,
y vos a él,
porque de ahí venias, y ahí vas a terminar.
Yo me sentía orgullosamente
parte de un pequeño lugar,
uno muy poco conocido,
donde algunos son felices, y otros buscan ser parte de otro mundo
porque este no les conforma.
Sin embargo, tú tampoco estabas
muy contenta de no ser de algún lado
pero a la vez, serlo de todos,
y creías que un pequeño lugar como este
te podía hacer sentir como los demás.
Pero no te diste cuenta de lo hermoso
que es ser de todo, porque de un mismo lugar
provenimos todos, y de todo lugar provenís vos.
Y, niña del mundo, pudiste por lo menos por un momento
hacerme sentir parte de tu mundo, por lo cual
del mundo de todos.
Mariano Lanza
1 comentario:
Pero no te diste cuenta de lo hermoso
que es ser de todo, porque de un mismo lugar
provenimos todos, y de todo lugar provenís vos.
gracias? no hace falta qe te diga lo qe pienso de lo escribis, lo sabes muy bien, mis palabras no son necesarias, tal vez incluso burdas, las tuyas son hermosas, y acompañadas de una enorme capacidad de comunicacion y buenas influencias musicales y textuales, logras esto :)
atte, pipi
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