domingo, 10 de agosto de 2008

Niña del mundo

Te conocí y descubrí

un mundo, el tuyo

y el mío, juntos

con un mismo origen.

Hablamos de nuestras vidas,

me contaste que no eras de ningún lado

y que a la vez

eras de todo lugar.

Niña del mundo te llame,

porque todo este te pertenecía,

y vos a él,

porque de ahí venias, y ahí vas a terminar.

Yo me sentía orgullosamente

parte de un pequeño lugar,

uno muy poco conocido,

donde algunos son felices, y otros buscan ser parte de otro mundo

porque este no les conforma.

Sin embargo, tú tampoco estabas

muy contenta de no ser de algún lado

pero a la vez, serlo de todos,

y creías que un pequeño lugar como este

te podía hacer sentir como los demás.

Pero no te diste cuenta de lo hermoso

que es ser de todo, porque de un mismo lugar

provenimos todos, y de todo lugar provenís vos.

Y, niña del mundo, pudiste por lo menos por un momento

hacerme sentir parte de tu mundo, por lo cual

del mundo de todos.


Mariano Lanza

1 comentario:

Nano dijo...

Pero no te diste cuenta de lo hermoso

que es ser de todo, porque de un mismo lugar

provenimos todos, y de todo lugar provenís vos.



gracias? no hace falta qe te diga lo qe pienso de lo escribis, lo sabes muy bien, mis palabras no son necesarias, tal vez incluso burdas, las tuyas son hermosas, y acompañadas de una enorme capacidad de comunicacion y buenas influencias musicales y textuales, logras esto :)

atte, pipi