Caminito de piedra,
una rutina aplastada,
un viejo arbol tallado,
recordando un corazón.
Amores de niños,
sueños y promesas,
risas y besos,
y después tan solo un adiós.
Corridas y juegos,
amigos y padres,
inocensia y prohibido,
eso ya se perdió.
Solo queda el olvido,
vieja indiferencia,
caminos separados,
que una vez nos unió.
Divina nostalgia,
maltrecha soledad,
silencio en los campos,
donde alguna vez pasó.
Socorro de amores,
la alcoba vacía,
niños perdidos,
sin reclamación.
Brisas de infantes,
caricias de sueños,
besos fugases,
libido en la imaginación.
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