Quiero a veces saber
que me depara mi trayecto,
si tendre que estar en un conflicto constante
sin poder estar un segundo
pensando en todas las incoherencias
que le surgen a un jóven
con tantas posibilidades.
Si podré encontrar lo que busco
sin saber donde buscarlo,
si mis sueños se quedan ahí
en tan solo sueños,
o algun día sobre las nubes
podré volar
para ver ese rayo de sol
que me hace brillar los ojos
sabiendo que lo vivo.
Si podré corresponder a mi vida
tanto como a mis ideas,
si podré ser único en mis actos
o repetiré un eterno espejo
al cual todos siguen,
si podré respirar un segundo
sin que se me llenen de polvo
los pulmones.
A veces, quedamos aplastados,
buscamos un sorbo de aire
por el mínimo espacio que se descuida
para levantarnos con algo de fuerza
y poder decidir lo que, supuestamente,
es mejor.
Se siente un profundo dolor en el pecho
que parece que de su fuerza
se va a desprender una lágrima,
un profundo llanto
que nos deja tan solo
la nostalgia.
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