La sombra y la niña

Sorprendida entre lagrima y balbuseos
se encontraba la niña,
comiendose las uñas, las penas
la rabia y la vida.
Injusta se planteo la situación
una noche de primavera,
cuando vió a su sombra caminar
de la mano de otra,
sonriendo mentiroso
y prometedor,
se marchó a un cuarto de hotel.
La niña desesperada contemplo
un montón de posibilidades,
otros sueños, otros cuerpos,
otros besos y otras mentiras,
y para consolar su corazón
buscó el más apuesto,
se acercó, lo tomó,
y de un beso la partió la boca,
la sombra nueva lo aceptó
y continuaron su juego.
A otro lado él la invitó a ir
y partieron en su coche,
mirando reflexiba por la ventana
veía el reflejo de su verdadera sombra,
pero aún así correspondía con las caricias
del nuevo hombre.
A la media hora
a la puerta del cuarto de hotel,
la niña entre besos y besos
se puso a extrañar,
pensó en su sombra
y en todas las cosas que habian pasado,
y con lágrimas en los ojos
frenó al caballero que de su cuerpo
se adueñaba,
y este con cara de malo
le expresó toda su bronca
sin dejar un suspiro de por medio,
dejando a la niña en la puerta del cuarto de hotel
y el yendose en su auto sin volver
por un segundo la mirada.
La niña se enfrentó a la ruta
sola y desahuciada,
entre pañuelos y llantos
se paró esperando a su sombra
que por ella viniese,
y sin darse cuenta al voltear por un instante
en la puerta del hotel,
sale su sombra con un cuerpo nuevo
y al verla de reojo le resultó más cómodo
ignorarla y seguir de largo.
La niña sigue esperando en la ruta
a su sombra que alguna vez se marchó,
su lugar está marcado
y los dueños del hotel por compasión
le brindan algunas cosas,
pero ella se rehusa a volver
hasta que por ese lugar
no pasé la sombra
que alguna vez
fue de ella.