jueves, 12 de marzo de 2009

Carta

Disculpen si me equivoco
pero creo que se estan cerrando
las puertas de la alcoba
donde creo dejé mi vestuario.
Yo no tengo reproches
ni tampoco musas amables,
solo quiero disfrutar un poco
de que les sirve fastidiarme.
No traten convencerme
ya mis tiempos han pasado,
los de lucha, guerra, paz,
esos mis tiempos dorados.
El bloque se ha caído
solo queda un retaso,
un rayo de paraíso
un niño alado.
Pero no es para mí
ya me han decepcionado,
no me crean depresivo
es que estuve pensando.
Ya los años avanzan
y con ellas el velo blanco
que cubre mi cabeza
y no las banco.
Por mucho tiempo caminé
y por varios lados he andado,
al final lo acepté,
he fracasado.
Ahora viene la desgracia
el ataúd esperado
no me quedan casi fuerzas
me las han robado.
Solo me quedan unas palabras
que te digo a ti hermano,
por más que te maten mil veces
no les des la mano,
no te rindas a su juicio
no les regales el manojo,
que tu sangre nunca para
y la vida es algo hermoso.
Sueña con todos tus recursos
no seas indiferente,
que para acabar tu vida
está la muerte.
No me tomes como ejemplo
yo soy un cobarde
y me cuesta admitirlo
pero que eso no te amargue.

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