lunes, 2 de marzo de 2009

A pesar de las nanas

Como duelen las nanas
cuando la coinvivencia surge,
yo no me culpo
tu quizás si me culpes.
Yo no te conocí
hasta que me conociste
y aprendo mis culpas
igual que tú lo hiciste,
el mar tiñe de hermandad
lo que no fue escrito
y que tu eres mi amigo
no es tan solo un mito.
Tus ojos en los mios
relucientes frente al fuego,
sé que no me mientes,
sé que yo te siento.
No es que no sea fuerte
es que tu abrazo esta conmigo,
a pesar de las palabras
que hacen venir el frío.
Pero a pesar de las maldiciones,
de las nanas y sus delirios,
yo me quede tranquilo
porue te tengo, amigo.

A Gabriel

No hay comentarios: