Tormenta

Son cosas que pasan,
de repente un trueno
asusta en la tormenta,
pero no es lo más trascendente,
quizas debemos preocuparnos
por cada gota
que rueda
por cada parte de nosotros,
y lava las mentiras
y nos deja desnudos
en carne y alma,
para poder confesarle al mar
cuánto hemos fallado
y cuánto en nuestra gloria
se queda.
Vamos contra el viento
de repente,
sin saber por qué,
sin saber si no sería mejor
ir a favor de la corriente,
dejarse llevar por esas brisas
que a veces, curiosas,
guardan caricias
y enternece el corazón.
Esperamos ver el arcoiris,
que a veces tarda tanto,
pero tant tarda,
que se va descolorando,
y no nos damos cuenta
que el colibrí
más brillante
aletea al lado nuestro,
y es mejor
que un arcoiris.