Te he visto
sin ninguna restricción,
te vi desde el alma
hasta por debajo de la falda,
sin lastimar tu interior
respetando con un tacto
suave tu rostro
de color
primavera,
de ojos multicolor
y besos fugases.
Te supe querer
sin ningún temor,
te supe sentir tanto
pero tanto,
que tu respiro aún lo acaricio
dentro de mí,
sin esperanza y dolor
tan solo
con el amor
que he podido mantener
ante el día en que una flor
en tu puerta deje.
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