sábado, 20 de septiembre de 2008

Un niño, muchos llantos

Me saco las sábanas de encima
es hora de despertar
hace frío
pero me tuve que destapar.

Acostumbro a pesar del cansancio
sentarme un segundo en mi cama
me agarro la cabeza un momento
y lo tomo con calma.

Busco mi pantalón en la silla
y luego abro la cortina
al ver la noche por la ventana
siento que algo no coordina.

No es un día común
es una noche sin estrellas y con humedad
vuelvo a sentarme en la cama
y busco serenidad.

No todos los días me pasaba esto
pero cada vez es más frecuente
trato de evitarlo
pero me acribilla el conciente.

Mis ojos madurgadores y rojos
se mantienen cerrados
y la rutina de hoy y los demás días
se mantienen muy calmados.

A veces rebusco mucho las cosas
pero hay algo que me parece insuficiente
es otro día normal de mi vida
y se me hace tan lejana la muerte.

Soy un jóven privilegiado
en un mundo tan desigual
hago las mismas insuficientes cosas
mi vida parece un manual.

Que camino tan individual
a pesar que soy más solidario que muchos
pero esto no me basta
a veces me siento dentro de un capullo.

No puedo ser indiferente a la desgracia
la sangre me corre y mi corazón late
cuando llegará la hora
en que a los niños no los maten.

Esos jóvenes que resiven la resaca de la impunidad
que tan libre deja a cuanto asesino hay
que no se compadecen de los ojos
inocentes de un niño que no cesa de llorar.

¿Cómo puedo levantarme tranquilo
en una mañana más para mi
cuando niños y jóvenes hoy en día
no les da el estómago para reír?.

¿Cómo este madrugar
me parece tan silencioso y común
si al lado mío un niño no sabe
cuantos soles más contara en un cielo azul?.

Y no me basta con desprender una lágrima por ellos
si no empiezo a actuar en algo
en una vida bastante fácil que tengo
pero un niño no puede tener hambre por algo que no hago.

Se me hace tarde para ir a desayunar
mejor me levanto de la cama
no se que mucha cosa puedo hacer
pero sé que no me voy a quedar sin hacer nada.

Hoy me siento un privilegiado
peudo tener un plato de comida y un libro
yo me voy a preparar y voy a tomar fuerza
y a la vida le sonrío
pero tengo una rabia encima
de que alguna gente nos deje sólo
lo más sombrío.

Por esos niños
yo tengo que actuar
y a la busqueda de la vida
ya voy a zarpar.

Es ciero que no voy a llorar
pero tampoco lo puedo ignorar
cuando miro a los ojos de ese niño
que ya no sabe de que forma llorar.

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