Yo no se cuanto
he esperado,
quizás un día
quizás un año,
he practicado malabares
en la barra
de algunos bares,
mientras practico
un ensayo
de mi disculpa
sin llantos,
no quiero dar lástima
ni tampoco rogarles
no es lo mío
y tampoco soy un cobarde,
fui tomando de a poco
del vino de la sobervia
y así me fui perdiendo
ni a ustedes los veía,
sus ojos hoy me son jueces
y bien merecido lo tengo
se que a veces les he fallado
y con su piedad sobre los hombros vengo,
no pienso ponerme de rodillas
me conocen y los conozco
se que no lo admitirian
y yo tampoco,
no los he traicionado
supongo que los he herido
pero a ustedes amigos
le soy fiel y les dejo mi corzón servido,
se que me comprenderán
yo lo he hecho con ustedes
y se que tan solo mirarlos a los ojos
vale lo que el error no puede,
soy sincero
siempre lo fui
cuando los opté como amigos
y cuando no los vi,
no es que haya quedado ciego
tampoco tuerto
es que mi huerto
fue careciendo de riego
y las flores que les regalé
se fueron marchitando
y ayer con tan solo una lágrima
mi jardín recuperé,
hoy les traigo mi alma en flor
como nunca la entregué
y con esta decisión
no me equivoqué,
gracias por sus ojos
que se olvidan de la muerte
y hasta su llegada los acompaño
de corazón fielmente.
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